Opinión

Tribuna Pública

Francisco Javier Copeño Castro

 

¡Ah que la que se cayó por asomarse! Resulta que cuando se manejó el asunto de la llamada Rampa -donde funcionaba el contenedor para la basura- en el Mercado Municipal "Gral. Adrián Castrejón" dizque para acondicionar y colocar ahí a todos los comerciantes informales, fijos y semifijos que obstruyen entradas salidas y pasillos de dicho centro de abasto, los líderes y comerciantes aprobaron aun y con ciertas reservas que se llevara a cabo dicho proyecto. Aunque con ello hoy todos los días esté una pestilencia en el estacionamiento lateral de la Nave Central del mercado, frente a conocida farmacia por la calle de Galeana, desde el momento en que empiezan a vaciar los desechos de los comerciantes los barrenderos y hasta después de que llega el carro y se la lleva. Pero en fin; decíamos, se aprobó y todo, sin embargo hoy los dirigentes de algunas organizaciones empiezan a tomar con ciertas reservas los rumores de que en ese lugar se pretende colocar primeramente al comercio informal de la calle de Altamirano, cosa por demás que contraviene el proyecto original. Por tal razón, que no les extrañe a las autoridades que próximamente haya protestas por dicha decisión, esto por las declaraciones del Síndico administrativo Óscar Antonio Chávez Pineda y la Regidora de Gobernación Martha Rojas Lagunas, en el sentido de que se pretende meter a ese lugar a todo el comercio informal de la calle para que esta quede libre. Por eso, los locatarios se preguntan… ¿Y los comerciantes informales del interior del mercado a dónde los van a colocar si no es en ese lugar? La verdad, es lógico que se cuestionen ese asunto, porque dicho espacio primeramente debe ser para la gente que ha estado por muchos años en dicho centro de abasto y no para quienes de la noche a la mañana se han apoderado de lugares y hoy puedan beneficiarse con dicho proyecto, porque antes deben hacer fila y que pueda tocarles. Estaremos muy atentos al desarrollo de los acontecimientos, porque la verdad es un asunto que no se debe descuidar, toda vez que en efecto, los locatarios tienen toda la razón. ¡Hasta la próxima y salud!