Difícil terminar con viejos vicios en el Mercado Adrián Castrejón

No permiten el reordenamiento efectivo…

Difícil terminar con viejos vicios en el Mercado Adrián Castrejón

*Todo debido a intereses de algunos líderes y autoridades…

Mario Raúl Hernández García

 

La problemática existente en el mercado municipal “Gral. Adrián Castrejón” de nuestra ciudad,  es debido a intereses de algunos líderes y autoridades, que no permiten la anhelada travesía al reordenamiento efectivo del comercio en su interior y áreas adyacentes, que al paso de los años ha convertido a esta central de abasto, por dentro y por fuera, en una anarquía total, en una zona indómita.

En menos de 40 años el avance más importante que ha tenido este mercado es el de su sobrepoblación, cercano a los 3 mil comerciantes; la mayoría, asentados en un local y otros  tantos, son ambulantes.

Pero todo ello generado por dirigentes sin escrúpulos, que a través de sus organizaciones y en complicidad con la autoridad municipal, transaron espacios, permitieron asentamientos irregulares en áreas reservadas para el mercado municipal.

Hoy, existe un riesgo latente, que ante algún siniestro los cerca de 3 mil habitantes  que arropa esta enorme central, no tengan áreas de seguridad ni rutas de evacuación, en donde también se pone en riesgo la vida de centenares de consumidores.

En una encuesta realizada, en el mercado “Gral. Adrián Castrejón”, se pudo confirmar que muchos locales son rentados por sus propietarios hasta en 3 mil pesos mensuales; asimismo, estos mismos dueños, tienen otros puestos semifijos que alquilan en las inmediaciones del mercado a donde la autoridad les permite asentarse, mientras estos mismos propietarios se encuentran de ambulantes en otros lugares oportunos.

Pero para no ver afectados sus intereses, se aglutinan en alguna de las organizaciones que existen en esta central de abasto, que le defiende “sus derechos” ante la administración municipal, quien es consecuente y cómplice de tal irregularidad.

Otro asunto grave, es que existen en las todas las naves del mercado, locales cerrados y nadie los ocupa o los dueños prefieren apoderarse de espacios de uso común, áreas de seguridad, estradas, escaleras, banquetas y hasta el mismo arroyo vehicular, que incluso también rentan obteniendo pingues ganancias fuera de la legalidad.   

El 18 de noviembre de 1978, los comerciantes del mercado que se encontraba donde actualmente se encuentra el Palacio Municipal –entonces unos 600–  se establecieron en el nuevo mercado, una vez concluida la construcción de la nave central, entre las calles Galeana y Altamirano.

El proyecto de construcción contempló dos naves y un pasillo central: la nave central con su estacionamiento y los giros siguientes: carnes, pollerías, abarrotes, semillas, frutas y legumbres, pescados y mariscos y fondas; la nave de ropa y venta de calzado con su estacionamiento y el pasillo central o de la Virgen de Guadalupe, donde se ubicaron las talabarterías, huaracherías y ferreterías.

El mercado  municipal “Gral. Adrián Castrejón” tuvo un acelerado y desmedido crecimiento, y alrededor de 1982, comenzó su expansión con la construcción de la Ampliación del Mercado, siendo alcalde Raymundo Román Noverón (1981-1983), a donde entonces fueron reubicados unos 300 comerciantes, aunque después se incrementó.

Enseguida vino la edificación de los corredores laterales de Galeana y Altamirano perteneciente a la nave central, en donde se ubicó a expendedores de productos de fantasía, pertenecientes a la CTM-PRI, dirigida por Mario Román García (+).

En 1985, siendo alcalde Julio César Catalán Flores (1984-1986) se edificó el estacionamiento, perteneciente a la Nave de Ropa, que se encontraba en la calle Salazar (frente a la Centra de Autobuses).

Hoy este estacionamiento, por negociaciones obscuras entre dirigentes y autoridades, fue ocupado por los comerciantes en venta de tacos, encabezados por los extintos líderes, Ángel Castrejón Gadea y Mario Román, quienes en ese momento se disputaban el poder político del mercado municipal.

Sin embargo el oportunismo y la voracidad de algunos dirigentes hoy en día, han frenado el desarrollo y progreso de esta importante central de abasto, y afectando la economía de centenares de locatarios, al convertir sus pasillos y entradas en verdaderos laberintos, al instalar a sus agremiados sin un plan de reubicación.

Con el temblor de 1985, los comerciantes del pasillo central de la Virgen de Guadalupe (talabarteros, huaracheros, y ferreteros), debido a la alta peligrosidad en que quedó el inmueble, por el deslizamiento de dos lozas del área principal, ocuparon provisionalmente el pasillo ubicado por la calle Altamirano, en tanto se rehabilitaba el espacio dañado.

Sin embargo, cuando estos comerciantes retornaron a sus locales, los dirigentes vieron que era el momento propicio para que esos espacios fueran comercializados con el consentimiento de la autoridad.

Más tarde se llevó a cabo la construcción de la Ampliación del Mercado, destinada a la comercialización de frutas y legumbres, yerbas medicinales, de las cuales en la actualidad sobreviven pocos.

Pero la acelerada sobrepoblación de esta nave, originó la creación del Área de Gaviotas, la cual hoy se encuentra saturada y con un crecimiento anárquico.

Posteriormente se ocupó lo que hoy es conocido como el tianguis, el área de guayaberos, La Plancha donde se colocaban todos los mayoristas, y por último estaba el contenedor de la basura que se genera dentro de esta central de abasto.

El “Adrián Castrejón” cuenta en la actualidad con más de 15 áreas, entre estas: el de la Plancha, Flores, Taquerías, Ropa, Gaviotas, Nave Central, Triángulo, Pasillo Lateral de Galeana, Pasillo Lateral de Altamirano, estacionamiento, Fondas, Lavaderos, Ampliación del Mercado, Tianguis del Mercado, Ampliación del Tianguis del Mercado, Introductores de Productos de Temporada y hoy La Rampa (antes área de basurero).

En el principio solo eran dos organizaciones las que regían: La Unión de Locatarios, que lideraba el extinto líder Ángel Castrejón Gadea y la Organización de Comerciantes Fijos y Semifijos de la CTM que representaba Mario Román García. (+)

Hoy a 35 años, son más de 20 organizaciones las aglutinadas en esta Central de Abasto, en donde a los principales dirigentes les preocupa la situación que se vive en el mercado municipal y en donde hay que romper vicios y poner orden, siguiendo la política social del alcalde Esteban Albarrán Mendoza, quien le está brindando a los locatarios la esperanza de rescatar este mercado.

Para lograr lo anterior, se ha conformado un Consejo Administración y Colaboración Financiera integrado por líderes y representantes de las autoridades municipales del mercado municipal,  “Gral. Adrián Castrejón”, quienes tienen la encomienda de que las cosas mejoren en dicho centro comercial para han estado solicitando y apoyando acciones de las actuales autoridades municipales, que conllevan a poner orden y terminar con la anarquía existente en este mercado municipal.

Afortunadamente, precisa Francisco Javier Copeño, “se ha encontrado eco en el presidente municipal Esteban Albarrán, para que se realicen todos estos acuerdos”.

Aquí dice existen vicios ancestrales, auspiciados por todas las administraciones pasadas, que fomentaron la invasión de pasillos, áreas de uso común y de seguridad “y que hoy no se puede resolver de la noche a la mañana”.

 Copeño, indica, que este es un trabajo arduo y complicado para poder ver cristalizado los deseos del verdadero locatario y así proyectar una mejor imagen de esta central de abasto “para quienes hacen el favor de visitarnos y comprar nuestros productos”.

Precisó que las acciones llevadas a cabo en este ordenamiento del mercado, trastocan intereses de gente nefasta y mediocre, que quieren seguir fomentando la anarquía, la ilegalidad y el desorden, y por lo tanto, cuando se lesionan sus intereses protestan pero no tienen fundamento para evitar que los sometan al orden por lo que las autoridades deben actuar.

Existen líderes que prefieren seguir en el desorden y al lesionar sus oscuros intereses, no les quedan otro camino, más que seguir el único que saben: la protesta tonta, de exigir diálogo aun y cuando saben están mal.

Estamos ante la gran oportunidad de cambiar, pero las autoridades deben actuar con firmeza y decisión, sin dejarse llevar por el chantaje y la mala información; deben hacer valer los reglamentos respectivos en todas las materias para lograr poner orden y terminar de una vez por todas con la anarquía existente en nuestra segunda casa, como lo es el Mercado Municipal “Gral. Adrián Castrejón”.

Se debe hacer valer la figura del Consejo de Administración, y no dejarse llevar por actitudes personales que por no responder a sus intereses, vociferan pestes en contra de quienes quieren ver un cambio verdadero en el mercado.

Ya basta de tanta corrupción, ilegalidades y desmanes que se cometían al amparo de autoridades y líderes de este centro comercial, hoy se debe trabajar siguiendo los lineamientos del presidente Esteban Albarrán Mendoza, de trabajar con honradez y transparencia en el quehacer por parte de las autoridades, y que además los locatarios deberemos poner más de nuestra parte para sacar adelante nuestro mercado.

El mercado municipal “Gral. Adrián Castrejón” es algo así como un municipio dentro otro  municipio y se requiere de la participación coordinada de todas las dependencias del gobierno municipal para lograr avances substanciales en su ordenamiento, pero se debe dialogar, planear y llevar a cabo trabajos de manera conjunta, sin contraponerse las órdenes de secretarios y funcionarios en dicho centro de abasto.

Es importante mencionar, que el compromiso firmado por la mayoría de los dirigentes de las más de 20 organizaciones de los locatarios y comerciantes independientes de ese importante centro comercial que quieren un verdadero cambio con las actuales autoridades, es no intervenir defendiendo lo que está mal y coadyuvar en el trabajo para el reordenamiento del comercio y los locatarios en ese centro comercial.

Se ha solicitado que se apliquen los reglamentos existentes al respecto en materia de salud, seguridad, protección civil, reglamentos, tránsito, Capami, entre otros, con la finalidad de que en poco tiempo las cosas sean diferentes y se vea por fin cristalizado el sueño anhelado por parte de los auténticos locatarios de tener un mejor mercado.